domingo, 19 de enero de 2014

AGOSTO. De todas las familias puede salir una película.

¿Por qué no darle una oportunidad esta semana a una de esas películas que de no ser por Meryl Streep habría pasado desapercibida?
Si, me refiero a August: Osage Country.


Si, no es más que un drama familiar con un reparto escogido con sumo cuidado que será lo que le garantice la amortización del dinero invertido en hacerla. Y es una lástima, porque este drama de mujeres con tintes de comedia negra (pero sin la conveniente publicidad) tiene mucho que ofrecer a todo aquel que le dé una oportunidad.

Y es que, quien más y quien menos alguna vez ha discutido acaloradamente con sus progenitores o descendientes (el que diga que no, miente). Y de eso trata esta película, un Volver a la americana con unos personajes femeninos sobre los que gira la trama pero, que más que estar emparentados, no son más que personas unidas accidentalmente por la genética que han terminado por olvidarse las unas de las otras. 


Y es que en los malos momentos la familia siempre se une y ¿qué pasa cuando vuelves al hogar del que huiste? Que los recuerdos se te echan encima, y sino ya se encargará alguien de recordarte todo lo que dejaste atrás, todo lo que te atemoriza e incluso de echarte en cara algo que nadie se atrevería a mencionar, salvo un familiar, claro, cuanto más cercano peor.

Y es que, después de todo, el amor y el odio los separa una línea muy fina que podemos cruzar varias veces en un mismo día, porque la familia es aquello a lo que estamos atados. Y es sobre esto sobre lo que trata esta película, cómo por más que huyamos, la familia siempre estará ahí y no podemos aparcarla por mucho que nos distanciemos, para bien o para mal. 


Es vínculo nos repele, nos emociona, nos hace sentirnos fuertes, pero también débiles. Y todo esto para terminar dándonos cuenta de que, después de todo, no solo nosotros formamos parte de nuestra familia, sino que ella también forma parte de nosotros y que, según nos criemos, así seremos de mayores y que, por mucho que te cueste aceptarlo terminarás pareciéndote a tu madre o a tu padre (y, con un poco de suerte, no sacarás lo peor de cada uno).

Y esto es lo que viene a contarnos John Wells con esta película, adaptación cinematográfica de una obra de teatro de Tracy Letts

Por último he de decir que si, me ha gustado, las actuaciones son muy buenas, incluida una Julia Roberts sorprendentemente contenida. Dicen que todo se pega, igual ha sido trabajar con Meryl Streep, que como no podía ser de otra manera, destaca en el papel de matriarca (y nos demuestra que no solo sabe hacerse querer, que también podemos odiarla).

¿Un vistacín al trailer para terminar de convenceros?


No hay comentarios:

Publicar un comentario